Un filtro óptico es un dispositivo que transmite o rechaza selectivamente ciertas longitudes de onda o colores de luz. Se utiliza para modificar las propiedades espectrales de la luz bloqueando longitudes de onda específicas o permitiendo que solo pasen ciertas longitudes de onda.
Los filtros ópticos se utilizan ampliamente en diversas aplicaciones, incluidas la fotografía, la espectroscopía, las telecomunicaciones y las imágenes. Se pueden hacer de varios materiales, como vidrio, plástico o películas delgadas, y pueden tener diferentes tipos de mecanismos de filtrado, como absorción, reflexión e interferencia.
Existen diferentes tipos de filtros ópticos, incluidos filtros de paso de banda, filtros de paso Long, filtros de paso corto, filtros de muesca y filtros dicroicos. Cada tipo de filtro tiene un rango de longitud de onda específico que transmite o bloquea, lo que permite un control preciso sobre el espectro de luz.
Los filtros ópticos son esenciales en muchos campos científicos y tecnológicos, lo que permite a los investigadores e ingenieros manipular y controlar la luz para diversos fines. Desempeñan un papel crucial en la mejora de la calidad de la imagen, reduciendo el ruido, mejorar el contraste y separar diferentes longitudes de onda de luz para el análisis o la detección.